El miércoles 26 de marzo, el expresidente de extrema derecha, Jair Bosonaro, fue señalado por presuntamente liderar un intento de golpe de Estado contra el actual presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
Tras el pronunciamiento, Bolsonaro niega los delitos de los que lo acusan. Según la acusación, contemplaron el golpe de Estado, la abolición del Estado Democrático de derecho, organización criminal armada y amenaza grave contra el patrimonio de la Unión.
Esto se vincula a los hechos del 8 de enero de 2023, después de la victoria de Lula, miles de personas se reunieron y vandalizaron el Congreso Nacional, el Palacio de Planalto y el Tribunal Supremo Federal.
¿Cuál será la pena a cumplir?
Si Bolsonaro es declarado culpable de todos los delitos, la pena podría ser de hasta 40 años de prisión
Tras finalizar la audiencia, el ex mandatario se reunió con la prensa frente al Senado y concluyó diciendo: « Espero poner fin a esto. La acusación contra mí es muy grave, infundada, y no es algo que diría porque sí. Parece que hay algo personal en mi contra ».
El “plan” para conservar el poder
Según la Fiscalía, el plan habría comenzado a partir de las críticas contra las máquinas de votación electrónica en 2021 y está evolucionó hacia actos que provocarían el golpe de Estado, un plan para matar a Lula y presiones a la fuerza armada para culminar el 8 de enero de 2023.
La defensa del expresidente negó las acusaciones, argumentando que Bolsonaro se encontraba en el extranjero, viviendo en Estados Unidos.
La reacción de la población brasileña
El domingo 30 de marzo, cientos de brasileños se manifestaron en varias ciudades del país como São Paulo, Brasília, Belo Horizonte, Curitiba, Belém, Recife y São Luís para exigir la prisión del expresidente.
Las protestas fueron organizadas por movimientos sociales y sindicatos, quienes están disconformes al intento de Bolsonaro de anular el resultado de las elecciones de 2022 y mantenerse en el poder.
